Chocolatería San Miguel

La Chocolteria San Miguel es un lugar donde el arte de hacer churros alcanza nuevas alturas gracias a la profesionalidad y destreza de su churrero (Jesús <3) . Desde el momento en que entras, te sumerges en un ambiente donde cada churro es tratado con el máximo cuidado y atención. El churrero (Jesús ), con su habilidad experta, maneja la masa con gracia y precisión, dando forma a los churros de manera impecable. Su dedicación al oficio se refleja en la calidad de cada producto que sale de su cocina. Además de su habilidad técnica, el churrero(JESÚS ) también brinda un servicio amable y atento, asegurándose de que cada cliente se sienta bienvenido y satisfecho con su elección. El aroma irresistible que emana de la churrería es solo el preludio de la delicia que te espera al probar uno de sus churros recién hechos. Con cada bocado, te transportas a un mundo de sabores reconfortantes y texturas perfectamente crujientes. En resumen, si buscas una experiencia churro extraordinaria, no busques más allá de la Chocolatería San Miguel. Con su churrero experto(JEEEESUUUUS ) y sus churros de calidad excepcional, esta churrería es un verdadero tesoro para los amantes de los dulces fritos. (QUE BUEN DÍA ME HICISTE PASAR JESÚS )

He desayunado allí y me ha encantado el sitio. Los churros están muy buenos. El lugar es perfecto para desayunar. El ambiente es muy agradable y las personas que lo llevan son de trato amable y familiar. 100% recomendable.

Un sitio de toda la vida para tomar un chocolate con churros o un café. También tiene muy artesana la repostería tanto los cruasanes como los dobladillos. El chocolate y los churros de muy buena calidad, y el café también está muy rico y el servicio rápido atendiendo por eso siempre está lleno. Lo único malo que no se puede pagar con tarjeta de crédito, solo con efectivo….

Churrería auténtica, con muy buenos churros y buen chocolate. Una pena que no se pueda pagar con tarjeta. Aparte de eso, todo perfecto.

El local no esta mal, es muy céntrico. Al servicio no se le pueden poner peros, hubo que esperar un poco a que los churros salieran, pero eso es normal. Los churros, para mi gusto no son de los mejores que he comido, el café con leche, muy normalito. Mención aparte merece el chocolate, es buenísimo, el mejor que yo he comido en mucho tiempo. Quizá un poco excesivo el precio, un chocolate, un cafe con leche y 6 churros 6'65€.

Pedí un chocolate y me pusieron solo media taza. Y cuando fui a pedirles por favor, si me podían poner un poco más, los camareros empezaron a insultarnos, gritarnos y faltarnos al respeto delante de todo el mundo. Fue un trato de muy mala educación y muy desagradable. No voy a volver y por supuesto no se lo recomiendo a nadie.

Fui con una amiga, nos pedimos dos chocolates y unos churros, antes de terminar el pedido la señora se iba, le dije que se espere porque los churros eran para mi amiga, yo quería una croissant. Después de un rato pido un carajillo y me dice con cara de pocos amigos: no! Aquí alcohol no vendemos (ni que le hubiera pedido una ginebra) lo cambio por un café con leche que nunca me trajeron y al pedir la cuenta se tardaron media hora reloj en traerla. Entiendo que estaban muy atareados y demás, pero a la hora de cobrar sí que llevaba prisas la señora. Una pena, porque nunca había ido y tenía muchas ganas. Debut y despedida.

Fuimos un sábado por la tarde y había un ambiente muy agradable y acogedor. Los churros recién hechos finos y crujientes con el azúcar aparte para echarlo al gusto y el chocolate buenísimo, nada de dulce y muy espeso. Volveré.