Cafetería Carlos V

No puedo puntuar la comida, porque ni nos dieron opciones. Llegamos a las 18.30 de la tarde de un sábado, había bastante gente. Éramos 5 personas, mi marido y yo con nuestros hijos adolescentes. Estuvimos varios minutos esperando de pie, junto a la barra, pero nadie nos miró siquiera, no sabíamos si debíamos esperar de pie o podíamos pasar. Le di las buenas tardes dos veces a la camarera, que me miró las dos veces y no me respondió. A la tercera vez, me dijo "dime", le pregunté si podíamos pasar y sin mirar la sala nos dijo que no tenía mesa; como nos íbamos a marchar, dijo que si queríamos podíamos ponernos enfrente en una barra. Habían transcurrido más de 10 minutos desde que entramos. Cogí una carta y le pregunté si le pedía a ella directamente o venían a tomar nota, me dijo que se lo pidiese a ella. En ningún momento me indicó que no podíamos pedir algunas cosas, ni que algunos productos fueran sólo para clientes alojados en el Parador. Una de mi hijas vio que había una mesa libre, y fui a decirle que nos íbamos a sentar, y con muy malos modos me dijo que "en la mesa de detrás de la cortina no" (lógico, detrás de la cortina era ya la recepción del Parador), yo le expliqué que la mesa libre estaba en la cafetería, y siguió insistiendo "¿antes o después de la cortina"?. Nos sentamos, pensamos qué pedir, y fui a la barra a indicárselo. La carta es bastante corta, le pedí 2 gofres, me dijo que no tenía; un bizcocho de zanahoria, también me dijo que no. Entinces le pregunté qué tenía, y me respondió que sólo le quedaba lo que veía en un expositor de cristal de varios pisos, donde había 3 o 4 pociones de varios bizcochos diferentes. Le pedí entonces 2 sándwich mixtos y me preguntó si estaba alojada en el Parador, que eso sólo era para clientes. Todo esto de muy malos modos y con muy mala cara. Le dije que habíamos elegido un mal día para ir, porque estaba claro que ella no estaba de su mejor humor, y nos marchamos sin consumir nada... Una pena, la verdad, que un entorno tan bonito se vea desvirtuado por un trato tan pésimo... sorprendente además en un lugar tan turístico como Hondarrbia, dónde seguro que están acostumbrados a un alto volumen de clientes de forma recurrente...

Lugar increíble en un edificio impresionante! Está restaurado con carácter medieval , aunque los precios no son del siglo pasado , son más bien del siguiente. Es de comprender en un lugar tan elegante. Las butacas súper cómodas y la atención simpática y atenta . A veces ponen una terracita con varias mesas en un rincón único . Cuando hay feria medieval lo decoran con un gusto impecable . Lo que me falta probar son los aposentos que seguramente son de impresión , pero eso está en otra contribución !

Para no volver. El camarero, un maleducado. Precios abusivos. Nada recomendable. Una pena ya que el sitio era bonito.

Lamentablemente me tengo que unir a los comentarios de tantas reseñas, en las que un lugar así se merece unos profesionales de cara al público, que NO sean los que ahora trabajan aquí. Muy muy mal, atención mediocre por decir algo

De visita en esta ciudad.. paramos aquí para tomar un café. El personal fue amable.. Y el lugar muy bonito

Un parador precioso que lo estropea enormemente con una camarera mal educada, borde y faltona. Una pena. No volveremos.

Cafetería dentro del parador nacional de turismo, para tomarse un aperitivo y algún dulce.

Preciosa cafetería !! Ojo que no entre a probar el café pero es precioso y tiene muy buenas reseñas no se como esta el café pero la limpieza y el lugar muy bien