Cervecería a Resaca

Paramos a tomar una cerveza en la terraza, situada en una bonita plaza, se está muy agusto. El precio de la caña pequeña me pareció elevado para el tamaño y un pueblo, las tapas adecuadas.

Un local céntrico en el casco histórico de Viveiro, los chipirones a la plancha de locos , el pulpo muy rico y abundante ración , las croquetas riquísimas, lo único las patatas bravas , si todo lo demás tiene un 10 las papas un -1. Mucha espera pero era normal estábamos en pleno Resurretion Fest

Somos de Santiago de Compostela y nos pareció buena idea parar en este bar. Bueno, os aconsejo no ir. A los de fuera o a los que no conocen ,Tapa mal,:tarde ,fría y asquerosa ,si la ponen.. No venir. Aviso no venirrr y si no consumes mas de 10 eu no puedes pagar con tarjeta. Prehistórico. Y usurero. Repito no vengaisssss a los de fuera los odian.

Es una pena. Teniendo en cuenta la ubicación del local y lo bonito del entorno. El servicio dejá bastante que desear y las pizzas no están mal del todo, pero mejorable y mucho. Recomiendo pedir la pizza pequeña porque la diferencia con la grande en precio y cantidad compensa.

Cerveceria en el centro del pueblo, cenamos alli hoy. Los precios de las bebidas eran correctos (1,10 cada agua de 33cl y 2,20 las cañas de estrella). La comida en general estaba mala. Voy a empezar de mejor a peor. Lo mejor fueron los postres (coulant y leche frita), muy ricos. Las raciones de patatas, las primeras vinieron muy quemadas, pero por su precio (2.50) y por ser caseras decidimos pedir otras. Pues esta vez estaria el aceite hirviendo porque por dentro estaban crudas. El jalapeño estaba bueno, de bolsa, como en cualquier lado. Las croquetas de jamon, de bolsa, estaban aceptables para su precio. Las croquetas de centollo, sin embargo, eran 12 canicas diminutas por 15 euros, también de bolsa y, al igual que las patatas, se quemaron por fuera. Desconocia que se pudieran hacer croquetas tan pequeñas. El pulpo a la gallega estaba malo, y mas para costar 16 euros. Se notaba blando por descongelarse y congelarse, habria que mirar la cadena de frio o cambiar urgentemente de proveedor. Finalmente lo peor fue el raxo. Unas pocas tiras completamente secas, frias e insipidas sin ninguna base que lo acompañase. Respecto al trato del personal, aunque tardaron un poco en servirnos, fue correcto y agradable, salvo por la mujer que nos sirvio el postre, no podia tener menos ganas de trabajar. Conclusion: es un bar más para tomar algo o matar el apetito, no para comer.

Situación surrealista con la camarera que nos atendió. Le dijimos que la hamburguesa que nos habían traído no se correspondía para nada con la foto que tienen en el menú y se puso a la defensiva diciéndonos que lo importante eran los ingredientes (ni siquiera eso estaba bien) y unas cuantas contestaciones más fuera de lugar por las que nunca pidió perdón. Su jefe y compañeros, por suerte, muchísimo más agradables. De todos modos, la comida no fue para nada lo esperado, aunque por el precio que tiene no está del todo mal (a excepción de esas hamburguesas que no hay por dónde cogerlas).

Buen precio y estaba rica. Nos atendieron nada más llegar, y esperamos sobre media hora por la comida. La atención depende de la persona.

Entramos un día de mercado y aunque estaba lleno nos trataron muy bien, bebidas frías y buen aperitivo, por lo que decidimos ir otro día a cenar algo y todo muy rico: bien atendidos, el propietario Jose Ramón muy simpático. Totalmente recomendable, precio muy económico comparado con los que encuentres alrededor y servicio. Tienen raciones, pizzas y un poco de todo.