Chocolatería El Puerto

Churreria de toda la vida en Donosti. Hacía años que no iba, pero ayer tuve antojo de chocolate con churros. Ya sé que suele estar hasta arriba de gente, así que hay que ir mentalizados. Las chicas muy amables. A pesar de que el local estaba a reventar, me atendieron muy amablemente y con una sonrisa. Es increíble que al ritmo al que trabajan y con la carga de trabajo que tienen te atiendan tan bien. Las felicito. El chocolate estaba calentito, con su espesor justo y nada empalagoso. Los churros recién hechos y crujientes. Disfruté como una enana!

Hemos ido por que la antigua chocolatería ya no esta en la parte Vieja de Donosti y mis hijos tenian ganas de comer churros.No volvere a repetir.En casa los preparo igual,incluso el chocolate mas rico aun. Desaconsejo el sitio

Probamos los dulces típicos de la ciudad, tarta de queso y hojaldre con una crema muy suave, nada empalagosa. Buenísimas las dos

Es una chocolatería, pero se puede comer también platos combinados, raciones y unos bocadillos con muy buena pinta. La decoración es tipo mesón antiguo.

Para ser un día de fiesta bastante rápido el personal y el chocolate y churros muy buenos.

Fuimos a comer chocolate con churros y fue una decepción. Los churros son muy pequeños. 11€ euros dos chocolates (bastante normales) y una docena de churros. Te cobran una docena cuando por tamaño que estarías comiendo media. En fin. Carísimo. Después de comer mi pareja y yo estuvimos con ardor un par de horas.

Nos sirvieron tarde la comida y además fría, huevos crudos. El plato combinado sin la pechuga y pelos en ella. No lo recomiendo, no pienso volver nunca más. Al menos las camareras dieron un buen servicio, pero eso no quita todo lo demás.

Igual q todas las mesas están pegadas unas a otras, me parecía un horror, pero cuando decidí entrar ya sabía a donde iba. Lo q no sabía era la decepción q me supuso, no voy a mentir, antes había otra churrería y siempre iba a aquella, pero ahora q no está, no había venido aquí hasta carnaval, y la verdad esq mi concepto había cambiado un poco, ademas pusieron a una chica para agilizar el servicio y te ivan sentando ellas, mientras hacías fila y oye, ni tan mal. Pues el chocolate sin más y los churros calientes, recién hechos, que es lo q le pides a una churrería. Entonces, este fin de semana q había vuelto el invierno a Donosti… repetimos! Y… Error!!!! No había nadie, cosa q ya nos podía hacer sospechar en la barra 3 camareras, hablando de sus cosas, tú te pones en la barra y esperas a q alguna se le ocurra mirarte, pides dos chocolates y docena y media de churros, y te dicen q tienes q esperar, (qué bien!!! Xq así nos comemos los churros calientes como en carnavales) uno de los chocolates era para una niña, así q le pedí q un chocolate me lo sacase antes, para q se fuera enfriando, pues… Los 3 me los sacaron fríos y no se como se hace eso, cuando tienen una chocolatera. Y al final no esperamos, xq la rubia q estaba en el puesto de los churros, le pareció una buena idea plantarme los viejos, lo q no se si tirados a recalentar en el aceite o no, desde luego incomibles, imagino q volveré, xq no tienen competencia, pero no descarto pedir un glovo a cualquier churrería ambulante y hacer yo el chocolate en casa.